martes, 19 de abril de 2011

Yo, hoy

Ya no recuerdo cómo se palpan las emociones, cómo se saborean las sensaciones, cómo se electrifica el vientre con un simple pensamiento, cómo el mundo se detiene cuando nada más importa... ¿Será que he perdido la capacidad de amar? ¿o será que no supe nunca amar de verdad?.

lunes, 14 de marzo de 2011

Tu

El roce de tus dedos sobre mi piel desnuda me devuelve la vida y la sonrisa. Tu voz me abriga y acaricia mi alma envolviéndola con tu dulce acento.

Tu simple presencia llena ya de sentido tanta lucha, tanta espera, y tu cálido aliento en mi cuello provoca en mi interior tantas sensaciones que mi cuerpo se agita y de mi garganta surge, entrecortada, mi respiración.

domingo, 6 de marzo de 2011

Un camino distinto

Anochece y lo acepto... Sé que nunca vendrás, y lo asumo... Comenzará en unas horas un día igual a los demás, y me resigno... Pero aún escucho esa vocecita en mi pecho, esa que me dice que si lo doy todo por perdido ya nada volverá a tener sentido, ya no recuperaré lo que un día ansié llegar a ser.

¿Cómo puedo seguir estando tan ciega, tan equivocada?, ¿por qué no soy capaz de ver las cosas tal y como son?, ¿por qué no encuentro un camino distinto para regresar a casa?...

miércoles, 23 de febrero de 2011

Pasiones, siempre

No es el amor sin más lo que nos mueve, es la pasión quien nos impulsa. El afecto sólo nos hace sonreír... La pasión, entre carcajadas, nos empuja a buscar más, a querer más, a ir más allá de nosotros mismos. Su mirada provocadora nos enloquece y nos llena de ansias de vida y de eternidad.

Sin pasión sólo sobrevivimos. Las pasiones mantienen vivo el fuego interior que nos ayuda a ser lo mejor de nosotros mismos.

lunes, 21 de febrero de 2011

Invisible ante tus ojos

No me busques, no me encontrarás, no puedes verme.

Soy la otra, la oculta. La que siente cuando suena la música. La que, cuando la música suena, sólo puede recordar...

miércoles, 16 de febrero de 2011

Una grieta en mis murallas

Hoy se ha abierto una grieta en las murallas que me rodean. Creo que por fin vuelvo a ver algo de luz al otro lado. Después de tanto tiempo sin permitirme sentir, huyendo de emociones no controladas, sin bajar la guardia, permitiendo que el pánico al dolor impusiera un orden dictatorial sobre mis días, hoy, sin buscarlo, sin querer, unas lágrimas han asaltado mis ojos al leer los pensamientos de un antiguo amigo, su lucha por volver a encontrarse, a reconocerse, a sentirse y a expresarse tal y como es.

Nos recluimos porque creemos que nadie puede entendernos, pero curiosamente comenzamos a curarnos cuando descubrimos que no somos los únicos que sufrimos en soledad. Paradojas de esta existencia nuestra...